Recuerdo la reforma de nuestra casa.
Y la cantidad de horas que pasé junto a los diferentes gremios que fueron pasando por allí.
Primero los albañiles.
Luego los fontaneros.
El electricista.
El carpintero.
Los pintores.
Los montadores de cocina…
Pasé horas y horas charlando con ellos.
Sobre temas de la obra. Y sobre la vida en general.
Pues bien, recuerdo perfectamente a los de las ventanas.
Eran dos.
Una pareja muy peculiar.
Pablo, un español de unos 45 años.
Y Dimitri, un rumano de unos 55.
Eran la noche y el día.
Pablo, el español, era un tipo muy peculiar.
Parecía buena gente pero era un auténtico desastre como profesional.
Creo que incluso yo podría haber hecho mucho mejor su trabajo.
Era un despistado.
Y no prestaba atención a los pequeños detalles.
Cumplía con lo justo.
Y todo lo que hacía, lo tenía que repasar o repetir Dimitri, su compañero rumano.
Además, no perdonaba la hora del almuerzo.
Siempre estaba mirando el reloj para volver a casa cuanto antes.
Aunque tuviera que dejar una ventana a medio colocar.
Su esfuerzo y compromiso con la empresa era nulo.
En cambio, Dimitri era todo lo opuesto.
Estaba muy comprometido con la empresa y con la satisfacción del cliente.
Era muy trabajador y un profesional como la copa de un pino.
Sabía hacer de todo, hacerlo rápido y además hacerlo bien.
Era una auténtica máquina de colocar ventanas.
Hubo un día que Dimitri vino solo a trabajar.
Estuvimos hablando un buen rato.
Me contó que en su país fue futbolista semi profesional.
Y que había trabajado haciendo de todo.
Me contó que vino a España con una mano delante y otra detrás.
Después, se trajo a su mujer y tuvieron aquí a su hijo.
Me contó que en su país todo es mucho más barato.
Y que ya había comprado un terreno muy grande para construir él mismo tres casas.
Su idea era vivir en una de ellas y alquilar las otras dos.
Y jubilarse viviendo cómodamente de las rentas que generasen.
Era todo un emprendedor.
No se conformaba con su nueva vida en España.
Sino que buscaba un futuro para poder volver a su tierra natal.
En la vida siempre están los que se conforman y los que no se conforman.
Generalmente los que no se conforman suelen acabar emprendiendo por su cuenta.
Y montan su propio negocio o trabajan como autónomos profesionales.
Y como necesitan una página web para conseguir clientes, ahí estoy yo.
Que soy de los que no se conforman.
Y me ofrezco para ayudarles a diseñar su página web, su tienda online, su negocio digital.
Diseño Web para Profesionales y Pequeños Negocios.
Un saludo,
Jorge Cobos ツ
PD: Si tú también eres como Dimitri. Tienes un sueño, un objetivo, un plan establecido para intentar emprender y mejorar tu situación actual, quizá te interese empezar con tu página web. En enlace es arriba.
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